Entre los 2 años y medio y los 5 el 5% de los niños tienen un periodo de disfluencias, sin que luego vayan a tener un problema de tartamudez, según la bibliografía y los estudios el 80% de los casos remite, por lo que no hay que alarmarse cuando aparecen disfluencias propias del periodo evolutivo, no obstante siempre habrá que hacer una evaluación exahustiva y ver las señales de alarma que van a decirnos si estamos ante una disfemia. Aún así siempre se pueden realizar intervenciones con carácter preventivo con el medio familiar.
DISFEMIA O TARTAMUDEZ: dificultad de mantener la fluidez normal del habla, dando lugar a la reetición rápida de sonidos y/o sílabas, provocando bloques al intentar pronunciar una palabra.
- Suele acompañarse de otros movimientos corporales (parpadeo, muecas, balanceo de brazos,...) que pretenden encontrar ayuda para superar el bloqueo verbal.
- Desaparece espontáneamente en la mayoría de los casos; responde a una tensión propia de entre los 2 y 5 años (edad en la que suele hacer su aparición).
- No inquietarse con el niño, sino darle confianza e intentar relajar su tensión.
- Los tartamudos no siempre tartamudean; pero una vez se ha iniciado el trastorno, saben con antelación qué palabra les causa el problema y eso puede provocar aún más ese rasgo.
- La actitud más correcta estaría en ignorar el tartamudeo temprano del niño, pues cuanta más conciencia tenga éste de su tartamudez, es más fácil que el problema empeore. Se le hablará correctamente, con paciencia, sin terminar las frases que el niño inicie, ni interrumpirle. Y favorecer un clima de tranquilidad y relajación (sin prisas), cuando se entable conversación con él.
- Si el tartamudeo es grave o no mejora, habrá que buscar la ayuda de algún especialista infantil.
http://logopediayaudicinylenguaje.blogspot.com/2010/10/disfemia-orientaciones-para-padres-de.html
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